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Trote Cochinero (Charlis, Klarin, Uxama, Enrique).

Sierra del Espaldar-Pico de la Miel (La Cabrera)

Si quieres ver el perfil de la ruta o descargarla para verla en Google Maps o Google Earth(3D) pincha aqui

Esta es una ruta circular de aproximadamente 12 km, con una dificultad media. Nos permite visitar la Sierra del Espaldar, en la vertiente norte de la Pedriza de la Cabrera,culminado la ruta en la cima del Pico de la Miel (1392 m).

Sierra del Espaldar-Pico de la Miel (La Cabrera)

 15 de Febrero de 2009

 Crónica del Trotinero Porteño enviado especial al Pico de la Miel.

Había quedado con mis compañeros de trabajo, esta vez ni Fernando ni Alberto venían conmigo, a las 9 de la mañana en un bar a la entrada de la Cabrera, en un luminoso día de marzo que ya presagiaba la cercana primavera. Mis compis, grandes escaladores iban a emplear el día escalando el Pico de la Miel por la pared sur, pero una compañera de trabajo y yo íbamos a hacer una pequeña marcha por la Sierra del Espaldar, culminando en la cima del Pico por la cara norte. Esta vez no me acompañaban ni Fernando ni Alberto, pero puedo asegurar que estuve muy bien acompañado por mi compañera Cristina, y además era bastante más agraciada que el resto de los Trotineros, lo que si se me permite ser sincero hizo que no les echara de menos, ¡es lo que tiene la belleza!. A las 9’40h, Cristina y yo dejamos a los escaladores terminando de desayunar y esperando a más gente y cogimos el coche para hacer los últimos kilómetros hasta donde empieza la pista forestal que íbamos a seguir, quedando con los escaladores en la cima del Pico.

 

Dejamos el coche al inicio de la pista y comenzamos a andar. El día era esplendido, con una temperatura ideal, y rodeado de pinos y con una muy leve subida nos íbamos acercando a la Sierra del Espaldar. Como habíamos tenido nieve hasta hace muy poco tiempo encontramos gran cantidad de regatos de agua proveniente del deshielo y que nos hacían todavía más agradable el paseo. Cristina observo que nos encontramos con una gran cantidad de restos de grandes hogueras y  que fueron el primer "misterio" del día ¿a qué se podrían deber?. Seguimos la pista hasta que divisamos la vía de tren, momento en el que la ruta deja la pista que seguíamos y torciendo a mano izquierda, la subida se tornó más dura y los pinos desaparecieron dejando un paisaje más árido y que nos permitía ver las cimas de la Sierra. Como la subida era más fuerte el ritmo bajo un poco, y tras unos dos horas de marcha hicimos el primer descanso para reponer fuerzas y comern sándwich. Buscamos un sitio, encontrado un bonito lugar que era una especia de terraza formada por piedras de caprichosas formas, y con un 18 en la más alta de ellas: el segundo misterio, nos permitieron descansar y reponer energías con una gran vista.

 

 

 

 

Retomamos la marcha por la pista y ya fuimos capaces de divisar la cima pedregosa por la cara norte del Pico de la Miel. La cuesta seguía siendo fuerte, pero llegó un momento en que la pista culmina y comienza a descender, con un pino derribado, quizás por el viento, encima del camino un poco más abajo. En este punto dejamos el camino, y campo a través y llaneando o con suaves subidas nos dirigimos al Pico, que veíamos a nuestro frente. Aquí el paisaje era el de una verdadera Pedriza, y la vegetación predominante son las jaras, que con el calor del día empezaban a "sudar" para serles fiel al calificativo de su nombre y convertirse en pringosas. Nuestra dirección era clara y la marcaba el Pico de la Miel, pero como ya he comentado íbamos campo a través entre el jaral y pisando un mar de hierbas ya amarillas y que estaban inclinadas contra el suelo como si hubiera pasado una apisonadora, otro misterio, preguntándonos si era efecto del viento. Yo iba un poco preocupado, puesto que estábamos atravesando un jaral que nos llegaba casi a medio pecho y aunque yo iba con pantalones largos, Cristina llevaba pantalones cortos y estaba recibiendo directamente en la piel el roce de todas plantas, incluida alguna que otra zarza, que ocultaba el jaral, pero era una "machota" y no se quejaba. En la subida hacia la base del Pico nos encontramos con dos viejas excavadoras abandonadas, y que según parece se encuentra allí desde un gran incendio forestal ocurrido hace unos años.

Llegamos a la base del Pico y arriba divisábamos gente, lo que nos hizo suponer que eran los compañeros que estaban escalando por la pared Sur. Por el lado norte el Pico esta compuesto por grandes rocas lo que hizo que en algunas ocasiones tuviéramos que echar manos a tierra para poder trepar por las piedras. Como a los dos terceras partes de la subida nos encontramos con una familia que estaba descansado y que había subido con unos niños pequeños por un collado muy estrecho y vertical, casi un pasillo, estaba intentando encontrar bajar por una zona un poco más "cómoda". La subida desde este punto hasta el Pico se hace por unas grandes de losas, pero con la inclinación necesaria para poder subir de pie, aunque con precaución debido a la posibilidad de resbalar por la losa.

Unas tres horas y cuarto después de haber comenzado a andar llegamos a la cima, concretamente al vértice geodésico que en ella se encuentra, pero un poco desilusionados puesto que la gente que allí se encontraba no eran nuestros compañeros escaladores, eran excursionistas como nosotros. Desde el Pico las vistas son espectaculares, y más en un día luminoso y despejado como éste: a un lado el final de la Cuerda Larga, al otro el embalse del Atazar, de frente el pueblo de la Cabrera y de espaldas se divisaba Somosierra. Tras las fotos de rigor, bajamos escasamente un par de metros para colocarnos en una terraza que domina la pared sur para ver si veíamos a los compis. Yo tengo mucho vértigo, pero Cristina se logro acercar mucho al borde de la terraza, fotografiando incluso a un escalador, desafortunadamente no era ninguno de los nuestros, que estaba montando una reunión a unos pocos metros de la cima.

 

 

 

 

 

 

 

 Tras permanece en el Pico cerca de 30 minutos, comenzamos el descenso. Deshicimos la subida al Pico que habíamos hecho y seguimos de bajada una senda marcada con hitos que a gran velocidad nos hacía perder altura. Esta senda se desviaba a la derecha, pero nuestra ruta nos hacía ir más hacia el frente, por lo que dejamos la senda y otra vez nos tuvimos que internar campo a través. Esta vez la "jarada" fue mayor que a la subida, y aunque sabíamos el rumbo que teníamos que seguir, lo intrincado de la vegetación nos hacía dudar de hacía donde teníamos que ir, y Cristina con pantalones cortos ¡uff!. Por fin salimos del jaral, y completamente pringados llegamos al camino que estabamos buscando. Como ya he comentado la bajada es bastante fuerte, pero al ser un un camino no muy pedregoso se hacía con bastante facilidad. Aunque es mediodía, sobre las 2 y media, y el sol luce en todo lo alto, gracias una ligera brisa la sensación es muy agradable.  En la bajada se pasa al lado de un deposito de agua, y unos metros más abajo, y rodeados nuevamente de pinos tomamos la pista que habiamos tomado por la mañana y que nos llevo directamente al coche 12 Km. y 5 horas después de haber comenzado. Fue una marcha muy agradable, tanto por la compañía como por el paisaje, con el "orgullo" de hacer una cumbre, bastante aconsejable, aunque en vista del paisaje, sobre todo en cotas altas, en verano puede ser un poco dura debido a su aridez.

 

 

Juan Carlos (Charlis) El Trotinero Porteño

21 de marzo de 2009

 

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